jueves, 6 de octubre de 2011

El permiso de la tierra


Los espacios me sugieren posibilidades de intervención artística, en donde naturaleza y obra de arte se mezclan. Así como los paisajes son únicos, también las obras lo son, porque pertenecen al lugar en donde surgen, viven y mueren. El paisaje no es un lienzo en blanco, sino que es, un lugar construido por su historia y vida que cambia con el tiempo. El lugar en donde estoy haciendo una residencia artística es un Liceo agrícola; la tierra se trabaja, se produce y es un bien de consumo que contribuye a nuestra sobre vivencia. Pedí permiso para intervenir en los campos agrícolas del Liceo, pues mi mirada solo ve nacer una obra de arte ligada a la tierra de colores marrones, grises y negros.  Me dieron una hectárea para intervenir libremente, solo que, con la condición de retirar la obra en enero. Esto quieres decir que la obra no se desintegrará en el paisaje por las condiciones climáticas del tiempo, sino que será obligatoriamente retirada del campo a causa de las necesidades de producción de la tierra.  Me prestaron el terreno gracias a que en este momento no tiene ninguna utilidad, ya que dejan descansar la tierra para trabajarla en febrero. Es para mi importante este lugar en específico porque así comprendo más acerca de la agricultura.  El futuro de una obra de arte no depende de mi, después de instalarla deja de pertenecerme porque se convierte en propiedad del lugar y las personas son los lugares.

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