Habían cosechado el maíz con unas máquinas gigantes que al mismo tiempo que cortan la planta desgranan las mazorcas, dejándolas regadas en el terreno. Me encontré con este paisaje desierto de mazorcas rojas por todo el piso. Me emocionó mucho, el maíz es importante en Latinoamérica, en el Ecuador el maíz es un alimento muy importante y en el libro maya, el Popol Vuh, el ser humano es creado de maíz. Encontrarme con esto, en Francia es muy significativo para mi, así que comencé a recoger las mazorcas y a dibujar con ellas, creando un personaje de maíz con alas.
Llevaba algunos días contemplando una piedra que me había regalado mi mamá antes de venirme para Francia, se la había encontrado en la playa. Es una pierda enigmática para mi, por su forma, parece un pájaro. Me pregunto si es una pieza arqueológica antigua, o fue formada con el agua y la tierra. Esta figura me inspiró a crear el personaje alado de mazorcas.
Llevé a los estudiantes al emplazamiento y les mostré el boceto en la tierra, el que había hecho el día anterior y les dije que ahora construyéramos ese boceto pero más grande y entre todos. Mientras lo dibujamos a gran escala en el piso no nos dábamos cuenta exactamente de lo que estábamos creando, al subirnos a la grúa y verlo desde arriba fue cuando nos dimos cuenta de lo que hicimos. Es emocionante ver la obra terminada desde las alturas, imaginar que el personaje se irá volando con todas esas mazorcas. La realidad es que ese terreno continuará con su producción agrícola y unas máquinas grandes vendrán a enterrar los residuos de la plantación del maíz, sacando la tierra de abajo para sembrarla de nuevo. De igual manera me parece interesante la idea de que el personaje se irá volando al interior de la tierra. Imagino como debe de estarse enterrando la historia de este lugar debajo de la tierra.
