Utilizar ropa usada para la configuración del vestido de la muñeca, es como tener una presencia humana que no sabe que está presente. Mientras hemos ido cortando la ropa he ido imaginado a aquellas personas que utilizaron esos vestidos y que ahora de alguna manera están presentes. Ellos no lo saben y yo tampoco les conozco, pero sus vestidos de alguna manera mantienen el recuerdo de una presencia invisible. He pensado también en otro tipo de presencias invisibles: las personas que me han influenciado en mis proyectos o me han dado ideas explícitas o que yo he robado inconcientemente. La ropa tejida en este proyecto representa una presencia humana ausente, pero que percibo presente.
Comencé juntando una tela a la otra hasta tener una gran tela de
cortinas blancas. Invité a algunos estudiantes al taller, en donde en las
primeras clases había una gran tela blanca encima de una gran mesa y
alrededor un montón de ropa de todos los colores. Luego, en los siguientes talleres la tela estaba en el suelo y con las tijeras,
agujas y lanas ibamos cosiendo formas libremente. No siempre es fácil asumir la libertad del lienzo en blanco,
ni comenzar algo nuevo, aunque aún más complicado puede ser comenzar
algo, en donde uno tiene ideas preconcebidas. La costura tiene una
connotación de anticuada abuelita, de perfecta alta costura o de ser una
actividad estrictamente femenina. Pero la idea de este trabajo es crear un collage tejido que rompa con todos esos estereotipos. Y que no necesariamente tenga que ser perfecto, sino
que la importante era divertirse creando formas con el requisito de que se
sostengan a la tela blanca. La tela se va llenando de formas poco a poco y luego es interesante adaptarse a esas formas o inspirarse de ellas en la configuración de nuevas creaciones.
En este proyecto la costura es la
metáfora de las conexiones humanas a través de la participación colectiva. Cada
composición de retazos es única e individual, pero cada pedacito formará parte
de un solo vestido. Mientras creamos nuevas formas en la tela también vamos
construyendo nuevas relaciones personales. Estas actividades de costura han
sido una manera de conocernos. Es muy importante para mi que los estudiantes
del Liceo formen parte de cada etapa de elaboración del proyecto, porque así
ellos pueden percibir todo el proceso de la obra de arte y no solo el resultado
final que muchas veces se expone solo.
Durante estos talleres me he
dejado sorprender de la gran creatividad de los estudiantes. En una clase en el
mes de septiembre les pedí que representaran la agricultura y la naturaleza.
Sus dibujos y formas cosidas han sido de gran inspiración para mi, desde ese
comienzo, porque me hablaron de su relación con su entorno, el primer conejo
que ví en la escuela, fue dibujado. Es cierto que después de cada taller he
tenido que adaptar los diseños para que de alguna manera funcionen en el
conjunto de la composición, pero sin la intervención de cada estudiante, el proyecto no hubiera sido el mismo.